Intolerancia de una minoría muy violenta

Cada vez que una de la muchas manifestaciones, tendientes a la izquierda, interrumpen nuestra actividad cotidiana con cortes de tránsito, barricadas y destrozos de anarquistas violentos, la mayoría de la población debe soportar éstos desmanes y la policía debe actuar con "mucha cautela"...de otro modo los numerosos abogados (pagados por el PC y auspiciados por los defensores de los DDHH)que tienen en sus líneas corren a entablar demandas por "uso excesivo de fuerza policial". Jamás ha habido una causa que ponga tras las rejas a uno de los muchos delincuentes que causan incendios, destrozos y daños a la propiedad pública y privada. Es la expresión de una minoría (PC) sumamente organizada y violenta. El domingo pasado bastó que se informara de la exhibición de un documental de orientación derechista, para que una horda de termocéfalos exaltados e intolerantes al extremo, agredieran a quiénes querían ver éste documental que, por lo demás, fue realizado en un recinto cerrado y reservado a quien quisiera asistir. Los lamentables hechos, por todos observados en los noticieros, muestran otra vez de dónde proviene la intolerancia y la violencia en Chile, esa que corroe las bases de nuestro sistema democrático y que nos lleva a una crisis de convivencia que sabemos dónde empieza, pero no dónde puede terminar. las autoridades tienen gran parte de la culpa por no tener la firmeza para sancionar a éstas hordas muy minoritarias pero que actúan cada vez con más violencia. la complicidad del parlamento tiene caras visibles en Girardi, Andrade, Teillier, Gutiérrez y otros irresponsables que, en lugar de procurar dar seguridad a la gran mayoría de la ciudadanía, optan por defender de la acción de las policías a los delincuentes implicados en hechos de violencia y vandalismo. Los jueces tampoco pueden eludir su actuar tremendamente blando (rayano en la complicidad) para dictar sentencias que, las más de las veces, resultan irrisorias. Los familiares de Detenidos Desaparecidos se muestran, una vez más, como gérmenes de odio y separación, en momentos que podríamos aprovechar para avanzar hacia un promisorio futuro. Me dio repulsión ver la cobardía de aquellos jóvenes que agredieron con escupitajos y golpes de pies y puños a ancianos de más de 70 años, que no están en condiciones de responder a su "asegurado actuar"...sólo son capaces de ello en grupo, como horda de primates que son. Y cualquiera que se atreva a enfrentarlos, seguramente será encauzado como abusador e intolerante...vaya paradoja!!! Confiemos en que nuestras autoridades hagan la pega, sin importar las voces que se alzan desde la ultra izquierda, afanada en lograr poder a como dé lugar.