Represión y delincuencia

De tanto vivir en Chile uno se olvida de lo agradable que es vacacionar, de vez en cuándo, en países caribeños que, como República Dominicana, han mantenido a raya la delincuencia, utilizando como medio, la extrema sanción de esos indeseables "desechos sociales". 

Así uno reserva las reposeras, sombras y otros lugares de la playa, dejando sus pertenencias como "señal de ocupado", cosa imposible de imaginar en Chile.

Cuando uno le pregunta a los lugareños el porqué de ésta ausencia de delincuentes, la respuesta es generalizada y natural: "aquí los delincuentes mueren a diario" ...!!!

Por ello me pregunto:

Nuestros sicólogos, sociólogos, abogados  y tantos expertos y oportunistas que lucran defendiendo antisociales...¿habrán visitado visitado alguna vez éstos ejemplos prácticos de que "la represión brutal baja positivamente la incidencia de criminalidad?...

¿O es que sus abultados bolsillos sólo les permiten viajar a emborracharse en esos paraísos tropicales?

Tal vez nuestros políticos debieran ir a visitar, pero en comisión de TRABAJO,  éstos países. Tal vez alguna idea se podría importar para aplicarle a nuestros "mimados delincuentes"...de los malolientes y los de "cuello y corbata".

Hace algunas semanas, luego del atentado terrosista que le quitó la vida al Sr. Bernard Luchsinger y su señora , Aucan Huilcamán: uno de los "terroristas a sueldo" más protegidos en Chile, solicitó al gobierno "pedir perdón por los atropellos al pueblo Mapuche"...

Resulta indignante, paradójico e inaceptable que un terrorista "pseudo activista", que se ha enriquecido  vendiendo sus servicios a poderes fácticos foráneos (léase Partido Comunista Internacional), en perjuicio de la etnia que dice defender y representar, que ha saqueado, apedreado civiles inocentes, cuyos secuaces incluso han asesinado y además ha sido recompensado por la "cascada" de dinero que despilfarra el gobierno para el llamado "desarrollo indígena"...que sólo beneficia a violentistas acostumbrados a ser mantenidos, se atreva a levantar la voz y espere que el gobierno pida perdón a su grupo de terroristas.

Perdón debería pedir él a los 17 millones de chilenos que hemos financiado sus pretensiones de ser mantenido sin trabajar en "algo productivo"...perdón por pretender formar un estado dentro del estado, perdón a su etnia por instrumentalizarla y mancillarla.

Perdón también, deben  pedir quiénes se dicen defensores de los D.D.H.H. y no hacen más que defender delincuentes y asesinos...en perjuicio de las víctimas que jamás son tenidas en cuenta.

También nos deben pedir perdón la piara de politicos corruptos (que no son pocos!) que, con tal de mantener sus cuotas de poder, no trepidan en desestabilizar un país pacífico y que avanza a paso firme hacia el desarrollo.