Carlos Larraín está acostumbrado a hacer lo que se le place...se cree omnipotente, omnisapiente e indispensable.Lo cierto es que su permanencia en política se debe, casi exclusivamente, al sistema binominal y la vieja costumbre partidista que convierte a los presidentes de partidos políticos en verdaderos cardenales, con derechos vitalicios sobre sus dirigidos.
este personaje, que no tiene mayor apoyo popular para ostentar su cargo, pero gracias a sus relaciones y suciedades propias del "mundo en que habita", se las ha arreglado para estar ahí, fue "designado" para ocupar su actual cargo en el parlamento sin ser electo por los ciudadanos.
Hoy éste personaje trucho, junto con otros "que bien bailan" (Jorge Pizarro, Gutemberg martínez, Carolina Tohá e Ignacio Pérez Walker), ante el inminente peligro que supone para sus pretenciones el fin del sistema binominal, realizaron un pacto (a espaldas de sus bases) para reformular la constitución, aumentando los cargos parlamentarios (y sus posibilidades de "seguir viviendo del estado") y provocando un quiebre en la coalición de gobierno.
Para Tohá, Pérez Walker, Pizarro y Martínez (obsoleto)...con muy bajo apoyo popular, negocio redondo!!!
Pueda ser que los adherentes de la derecha sepan castigar a éste traidor!
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