Hoy en el noticiero de Chilevisión se destinó una gran cantidad de éste espacio para "crucificar" a un civil, perteneciente al staff de un gimnasio apedreado por una turba de "pacíficos encapuchados", que detuvo la corrida de uno de éstos (según se aprecia en el video ampliamente difundido). Esto sólo sería una anécdota si no hubiera sido por la condena, "a pripori", de los periodistas ante las imágenes exhibidas y la defensa a ultranza de familiares de éste joven manifestante.
Entre las muchas sentencias hechas por los periodistas (entre ellas el tendencioso Sr. Bianchi) anoté lo siguiente:
-Es inaceptable que una persona de gran talla corporal agreda de ésta forma alevosa a un niño de sólo 15 años...
-Mi hijo sólo defendía los derechos de todos los estudiantes de Chile...
-Mi niño nunca agredió a nadie ni realizó destrozos...sólo pasaba por ahí...
-Nadie tiene derecho a agredir de ésa manera a otra persona...
Sin querer defender la acción de éste civil, me gustaría preguntar lo siguiente:
-¿Qué persona normal, en medio de un apedreo y destrozos de su lugar de trabajo a manos de encapuchados, podría quitarle la capucha a uno de éstos delincuentes, antes de su detención?
-Al padre de éste chico le pregunto: ¿pudo ver en el video que su bebé andaba encapuchado y en patota?...¿Cree Ud. que para defender sus derechos es necesario encapucharse?...¿cree Ud. que la opinión pública se traga eso de...pasaba por ahí?
-Debo entender entonces que sólo los encapuchados tienen derecho a destrozar, agredir, sitiar y quemar?
-Por último, y lo pregunto a todos: ¿cómo detendría Ud. a un encapuchado?...¿tomándolo de la mano y pidiéndole que lo acompañe?...
El movimiento estudiantil contó con el apoyo mayoritario de la ciudadanía porque perseguía fines razonables y esgrimía buenos argumentos, pero gracias a Camila Vallejo, Giorgio Jackson, Jaime Gajardo y otros personajes, preocupados más de la política que de los estudiantes, hoy concita más desaprobación que simpatías, ésto gracias a tantas manifestaciones violentas y tanta petición desmedida.
Ojalá que los noticieros dejen de defender delincuentes, aunque ésto les signifique acortar sus especios.
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