Es una lástima que en un país en que reina el estado de derecho un grupo de terroristas, procesado por hechos delictuales y ataques a la propiedad privada con atentado directo a la vida de gente inocente e incluo un fiscal nacional pretenda, con una huelga de hambre, evitar que les sea aplicado el castigo que merecen.
Es indignante que éste grupo de delincuentes se sirva de los defensores de DDHH para desprestigiar nuestro gobierno, haciendo ver que se les está dejando morir, como si alguien les hubiese sepultado vivos...
Lo más preocupante es ver a diario, canales de TV y parlamentarios sirviéndole de comparsa a éste, bien montado show mediático orquestado por una minoría que utiliza el terror y la agresión para obtener sus objetivos.
Ojalá que el presidente no se deje llevar por el populismo, que piense en las víctimas y haga aplicar la ley a éste grupo de delincuentes.
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